Hablemos un poco de los ingresos

Como parte de la organización de tu presupuesto, el primer paso (obvio) debe ser cuánto dinero ingresa a tu cuenta cada mes.

Si eres un empleado, probablemente tengas un ingreso de esquema fijo, en el que recibes tu pago una o dos veces al mes, de manera regular.

Este es el esquema más “sencillo”, si es tu caso, te felicito, porque tienes una oportunidad de que los que trabajamos por nuestra cuenta no siempre tenemos: Planear a futuro con más seguridad.

Los que tenemos nuestro propio negocio nos manejamos por un esquema de ingresos variables, ya que puede llegar dinero cualquier día del mes, y eso supone otro reto en la organización de nuestro dinero. Pero vamos por partes.

Muchas personas creen que hacer un presupuesto es solo ir anotando cuanto ganas y cuanto gastas. Y es cierto, pero eso solo es una pequeña parte del poder de un presupuesto bien hecho.

Piensa en tus ingresos como la gasolina, y tus gastos, como las paradas que vas haciendo en el camino. Entre más paradas hagas, pues consumes más gasolina, y por lo tanto, puede ser que te tardes más en llegar a tu destino final.

Y por supuesto, el destino final es ¿A donde quieres llegar? Si el destino (la meta) es crear un ahorro, entonces debes empezar a mentalizarte que debes hacer un plan para que tu gasolina te rinda más.

Piensa en tus ingresos como una cadena, ya que lo que no te gastes hoy lo tendrás disponible mañana, y al contrario, el dinero que gastes hoy es dinero que ya no tendrás en un futuro.

Si quieres ver un ejemplo de como se aplica esto, te recomiendo ver este video .